La batalla por el testamento de la arquitecta Zaha Hadid

La ganadora del premio Pritzker dejó una herencia de 75 millones y la mayor parte irá a una fundación. Los encargados de preservar para el futuro el legado la arquitecta iraquí Zaha Hadid, la “reina de la curva”, se han enzarzado en una batalla por su testamento. La ganadora del premio Pritzker, conocido como el Nobel de la arquitectura, en 2004, murió en 2016 en Miami (EEUU), víctima de un infarto. Dejó una herencia de 75 millones de euros y cuatro albaceas: su protegido y socio del estudio arquitectónico, Patrik Schumacher; su sobrina, con la que se veía ocasionalmente, Rana Hadid; el promotor inmobiliario y patrón de las artes Peter Palumbo; y el pintor y creador de asombrosas vidrieras Brian Clarke. Schumacher y Hadid, junto a un hermano y a un sobrino de la arquitecta, recibieron de Hadid a título personal 560.000 euros cada uno. Pero el grueso de la fortuna que acumuló en vida la artista, considerada la mujer arquitecta más prestigiosa de la Historia, fue destinado a una fundación.